Este gigantesco ceratópsido se encontró en la Formación Kirtlan, ubicada en la cuenca de San Juan, noroeste de los Estados Unidos.
Tiene la particularidad de poseer el mayor cráneo de todos los vertebrados terrestres hasta ahora conocidos. Su cabeza mide más de 3 metros de largo. En el año 1998 se descubrió un esqueleto hallado casi completo, que ayudo a poder conocer las proporciones de estos dinosaurios.
Este dinosaurio descubierto se trataba de una especie que presentaba con gran placa ósea alrededor de su cuello y tenia cinco cuernos, rasgo que le dio su nombre.
Tenia un cuerno corto y grueso sobre su hocico, dos cuernos largos y afilados sobre los rebordes óseos de las orbitas de los ojos y otros dos, más parecidos a púas, sobre los laterales de su gran paca ósea.
Su cuerpo era relativamente corto, pero muy fuerte, su cola era de un tamaño pequeño.
Su placa ósea terminaba en varias protuberancias que se continuaban sobre su espalda.
Media entre 6 y 8 metros de largo, su altura alcanzaba, en algunos casos los 2.5 metros y podía llegar a pesar cerca de 8 toneladas.
Poseía un pico que tenia muchos dientes y poderosas mandíbulas.
Era un herbívoro que caminaba sobre sus cuatro patas.
Se cree que, como otros miembros de su familia, era un animal que vivía y se desplazaba en manadas, muy rara vez lo hacia solo
Los científicos creen que el Pentaceratops se defendía de sus predadores de la misma manera que lo hacen hoy en día los rinocerontes, atacaban cargando contra ellos todo el peso de su cuerpo y sus cuernos.
Se encontraron restos en Nuevo México, Estados Unidos. En el Cretácico Tardío era parte de Norteamérica.
Foto: Pentaceratops