Actualmente el fácil acceso a los casinos virtuales, juegos en línea, de cartas y máquinas tragaperras que brinda Internet, ha motivado que muchos jóvenes centren su atención en los juegos de azar y otros similares, dejando de lado sus estudios o actividades físicas. La facilidad de ingreso (en muchos casos sólo se exige un número de tarjeta de crédito y el código de seguridad para hacerse con una identificación de usuario), ha significado por ejemplo, que cada vez más menores encuentren en las páginas de juegos de azar, un medio para parecer adultos, sin saber que están ingresando a una actividad que puede atraparlos por horas.
Viéndolo desde la perspectiva de un adolescente, jugar en estos sitios es lo más sencillo del mundo, toman la tarjeta de uno de sus padres, dan el número, y el casino virtual se encarga del resto. Primero les regalan pequeños porcentajes en las apuestas iniciales, y luego, pues lo que se puede esperar, al fin y al cabo es un negocio, y como tal, se trata de captar dinero.
Por ejemplo, nos damos cuenta en estos tiempos, que los jóvenes tienen mayor habilidad que los adultos para emplear un ordenador, es como “algo innato” y se puede llegar a pensar que “han nacido con ello”; sin embargo es la influencia del ambiente “moderno” y creo yo de los genes que se heredan de padres jóvenes a hijos. Por ello se cree que los problemas de ludópatas tienen mucho que ver con la genética, tal vez no en todos los casos, pero si en la mayoría, donde algunas personas son más propensas que otras.
Debido a que la gente que acude a las unidades de tratamiento de la ludopatia es cada vez más joven, el hospital Ramón y Cajal de Madrid ha comenzado a realizar un estudio sobre la posible relación entre esta adicción y los antecedentes genéticos, para los expertos, el problema puede tener su punto de partida, más que en la facilidad de acceso a los juegos, el hecho de tener padres que sean adictos.
Estudios basados en genética molecular, que pretenden aislar genes que parecen más frecuentes en personas ludópatas, inciden en que los jugadores empedernidos, tienen con más frecuencia que otras personas, algunas variantes genéticas que tienen menor capacidad funcional en los sistemas responsables de la neurotransmisión cerebral.
Los especialistas recomiendan que la prevención es fundamental para limitar el número de personas afectadas al juego, sobretodo en un momento en que abren nuevas vías para jugar y obtener un posible beneficio de forma instantánea, sobretodo para el enfermo.
Para combatir este mal, los expertos abogan por el tratamiento personalizado, que se componga de la terapia en grupo para pacientes y para familiares, y la administración de fármacos. Respecto a ésta última vía, un estudio clínico pretende aclarar si los fármacos que se utilizan para el tratamiento de la depresión y otros trastornos podrían ser efectivos para tratar la ludopatía.
Sin embargo debo señalar que no hay duda que la clave para la curación de la ludopatía es la voluntad del paciente en dejar esta adicción y por supuesto la ayuda y consejo por parte de familiares y amigos.
Imagen: viviendosanos.com