En la actualidad los científicos se encuentran asombrados ante las propiedades únicas del agua. Se trata de un compuesto que ha sido detectado a bordo de cometas, en la atmósfera de planetas extrapolares e incluso en el Sol.
En julio del 2007 un equipo formado por astrónomos de varios países dio a conocer un informe mediante el cual anunciaban la existencia de agua en la atmósfera de un planeta que está ubicado en la constelación Vulpecula (Zorra) a 60 años luz de nosotros.
Bajo el nombre de HD 189733 b, se trata de una especie de “Júpiter caliente”, esto es un astro que cuenta con un tamaño similar al gigante de Gas, pero que está ubicado cerca de su estrella. Se lo ubica a tan solo la octava parte de la distancia que separa Mercurio del Sol.
Paul Butler (un investigador dedicado a encontrar planetas) dio mas detalles sobre el hallazgo, dice que no es el único exoplantea en donde los astrónomos han encontrado agua. Y tampoco es el primero donde lo han hecho. En el Observatorio Lowell (Arizona), en el año 1999, se detecto por primera vez la presencia de agua en el HD 209458 b, él se encuentra a 7 millones de kilómetros de su estrella (para tener una idea la Tierra está a 150 millones del Sol). La temperatura de este astro es tan alta que llega a perder 10.000 toneladas de material por segundo en forma de gas expedido al espacio.
En la actualidad casi todos los investigadores están convencidos que el vapor de agua puede llegar a estar presente en todas las atmósferas de los planetas extrapolares conocidos.
Es asombrosa la existencia de agua no solo en nuestro planeta sino en las afueras.
Un claro ejemplo de ellos son los datos que fueron recogidos en el año 1999 por la misión llamada SWAS –Submillimeter Wave Astronomy Satellite-. Esta misión enviada por la NASA y el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica nos da más de una sorpresa.
Este proyecto tenia como finalidad estudiar la formación de estrellas en las nubes densas y oscuras de gas interestelar principalmente a través de las emisiones de agua, oxigeno molecular, carbono atómico y monóxido de carbono. En las zonas en donde las temperaturas eran de 30 grados por encima de cero absoluto (-273.15ºC) se pudo ver mucho menos agua de lo que se había esperado.
A pesar de eso, en las regiones en donde habían nuevas estrellas y el gas se encontraba a miles de grados, la calidad de agua era hasta 10.000 veces más grande.
Para continuar asombrándonos no debemos alejarnos tanto de nuestro planeta. Durante el año 2000 un grupo de investigadores de Inglaterra encontró cristales de sal que contenían agua en el interior de meteoritos. Las rocas se habían originado hacia 2 millones de años después de formarse el Sistema Solar.
Algo parecido paso con el meteorito Monohans que cayo en Texas (Estados Unidos) en marzo del año 1998. El Zag que lleva el nombre de una ciudad marroquí en cuyas cercanías se precipito en agosto de ese mismo año.
Estos casos no son los únicos.
Los cometas por su parte son verdaderos transportes de agua helada. Cuando el planeta Tierra tenía apenas unos pocos millones de años, la superficie de la misma se encontraba sometida a un continuo bombardeo de objetos. Que depositaron casi el 30 por ciento del agua que hoy hay en nuestro planeta. O sea que un tercio del agua de nuestros cuerpos tiene un origen planetario.
Los asteroides que fueron localizados entre Marte y Júpiter también transportan su gotita de agua, desde el 0.5 por ciento de los meteoritos silicios hasta el 20 por ciento característico de las condritas carbonáceas. Estos son los más antiguos de todos y representan el 70 por ciento de los que caen a la Tierra.
Imagen del agua
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