En el año 1926 la psicóloga Catherine Morris Cox publicó un estudio en el que se investigaban algunos personajes geniales que habían vivido entre los años 1450 y 1850.
Ella se basaba en el grado de brillantez e inteligencia con que contaban antes de cumplir los 17 años, con ello determino sus cocientes intelectuales (CI).
A través de su análisis encontró que había una gran variación en los promedios de estos cocientes en las diferentes áreas que eran evaluadas.
Así, en los primeros puestos de la lista de inteligencia los genios de la filosofía contaban con un promedio de 160 y los científicos con 159.
Los personajes que se destacaban en las letras y las artes o la música presentaban un promedio solo un poco menor, que oscilaba alrededor de 150 y eran seguidos por los políticos y los militares que solo alcanzaban un promedio de 136.
Este estudio brindo la a posteriores investigaciones, con diferentes maneras de medir la genialidad y que abarcaron periodos mayores. Pero los resultados coinciden, se mire como se mire, se use el método que se use, los genios siempre fueron los mismos. En casi todos aparecen nombres como DaVinci, Goethe, Galileo Galileo, Darwin, Mozart y Copernico entre otros.
Imagen de Da Vinci.