Yaguareté, un cazador imponente

El yaguareté es un cazador oportunista, el cual se alimenta de todos los animales que se encuentran en su hábitat: tatúes, tapires, carpinchos, peces, aves y tortugas. Pero su plato preferido es el pecarí. La forma en que caza a sus presas es diferente a la que usan los demás felinos, ya que estos matan mordiendo la garganta y asfixiando.

En la cacería del yaguareté el olfato le permite detectar a su presa, se va acercando lentamente hasta que llega a ubicarse a pocos metros. Entonces abre la boca para que lo órganos olfativos puedan percibir mejor el olor de su presa. Realiza una carrera corta y fulminante. Se lanza con todo el peso de su cuerpo sobre la presa y muerde a su victima en la nuca para así poderle quebrar las vértebras cervicales o el cráneo.

El cráneo
Su cráneo es corto y redondeado y su quijada es muy fuerte y potente. Tiene los arcos zigomáticos anchos para facilitar el desarrollo de los músculos de la mandíbula.
La estructura de sus mandíbulas son más poderosas de los otros felinos. Es corta y robusta, esto le ayuda a matar a sus presas más rápidamente.

El yaguareté cuenta con una visión binocular, lo que significa que puede enfocar a los objetos con los dos ojos al mismo tiempo, percibiendo las cosas en 3D, calculando las distancias y el movimiento.

Su lengua se encuentra cubierta de puntas corneas o pequeñas papilas gustativas que le permiten raspar las partes más duras de su alimento. El yaguareté tiene 30 piezas dentarias que son muy buenas para cortar, desgarrar y triturar su comida.

Otra curiosidad de este felino, es que es el único de América que tiene la capacidad de rugir.
El gato domestico solo realiza ronroneos, estos son provocados porque los huesos que unen la laringe al cráneo están conectados lo que limita su capacidad de vibrar.

Su espina dorsal está formada por 7 vértebras cervicales, 13 vértebras torácicas, 7 vértebras lumbares, 3 vértebras sacras, 19 vértebras caudales. Aunque el yaguareté tiene una espina dorsal fuerte la cantidad de discos invertebrales también es muy flexible.

Las patas del yaguareté son más robustas y gruesas que las patas del leopardo. En las patas delanteras tiene 5 dedos y en las traseras 4. Las garras son curvadas y retractiles, tiene capacidad de atrapar y sostener a su presa durante la cacería. Sus garras siempre se mantienen afiladas y limpias. El ligamento elástico le permite sacarlas y retrotraerlas.

El pelaje de estos animales corto, espeso y de color amarillo rojizo. Cuenta con manchas muy características con formas muy variadas que tienen una distribución en cada individuo lo que facilita que puedan ser identificados. Las manchas pueden ser redondeadas, alargadas o tipo roseta. El contorno de sus manchas está formado por trazos negros. Y generalmente tienen varios puntos negros en el centro de las mismas.
El pelaje de la parte inferior del cuerpo es un poco más oscuro que el resto.

Reproducción y crecimiento del yaguareté
La pareja luego de la copula se separa. Al llegar al momento la hembra busca un lugar especial para el parto. La camada promedio por parto es de 2 o 3 cachorros.
Durante su primer año de vida se alimenta solamente con leche materna.
Viven en sus guardas por dos meses ya que por ese tiempo necesitan estar seguros, si necesitan ir a otros lugares su madre. A partir de los tres meses su alimentación es casi exclusivamente carnívora.

Lamentablemente en la actualidad los yaguaretés se encuentran en Peligro Critico de extinción. Solo quedan entre 250 y 300 ejemplares que se hayan distribuidos entre Misiones, Jujuy, Salta, Formosa y Chaco.

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Imagen del Yaguareté