Por lo general, en el momento de elegir la indumentaria para hacer deportes el calzado queda relegado al último lugar, lo tomamos como si se tratara de un detalle decorativo o una simple cuestión de comodidad. Sin embargo, cuando hacemos deportes es cuando más necesitamos cuidar nuestro punto de sostén, o sea nuestros pies.
- Zapatillas
Según varios estudios, el pie humano es el órgano que peor tratamos, pero a pesar de que no le demos mucha importancia, es una obra maestra de la ingeniería biológica. Nuestro pie está formado por 26 huesos, 33 articulaciones, 19 músculos, muchos vasos sanguíneos, muchos nervios y más de 100 tendones. Todo ésto nos permite realizar seis movimientos básicos: flexión, extensión, aducción, abduccion, pronación y supinación. A su vez se pueden distinguir tres tipos diferentes de pie: el egipcio (en el que el dedo gordo o hallux es el más largo), el griego (el dedo más largo es el segundo) y el cuadrado (todos los dedos son uniformes en cuanto a su largo). Los especialistas afirman que la mayor parte de las patologías de esta zona fundamental de nuestra anatomía deben clasificarse entre las llamadas ‘enfermedades de la civilización’.
Nuestros antepasados solían andar descalzos y por ello desconocían los trastornos, por ejemplo, el pie plano. Ellos se desplazaban por piedras, arena, tierra que acompañaban la forma del arco plantar. El tiempo ha pasado, y muchos creen que en el futuro, debido al asfalto y otras superficies el pie plano se convertirá en un problema generalizado así como las lesiones en la rodilla, caderas y columnas derivadas.
Nuestro pie, entre otras funciones, tiene la función de dar apoyo a todo el organismo cuando estamos erguidos. El pie también debe absorber y amortiguar vibraciones y golpes que se producen con cada paso que damos además de activar la circulación sanguínea.
Ya te hemos contado cosas de nuestros pies, ahora pasamos al calzado. El mismo ha sido uno de los inventos más precoces de la Humanidad. Hasta hace tres décadas, aproximadamente, quien practicaba cualquier clase de actividad física podía elegir entre cuatro o cinco tipos de zapatillas.
Teniendo en cuenta que todos los ejercicios generan impactos de diferentes magnitud que repercuten sobre el aparato óseo-muscular por lo cual la mayoría de las zapatillas modernas están provistas de cámaras de aire entre el pie y el recubrimiento externo de la suela, que actúan a modo de amortiguadores. La ingeniería de punta en la materia nos brinda, incluso, un sistema por el cual la cámara que en determinado momento recibe un impacto traslada paulatinamente la masa de aire hacia las otras, produciendo un mayor efecto de suspensión. En la actualidad existen zapatillas para cada deporte en particular, también las hay para la vida diaria, que son las que no se recomiendan a la hora de hacer ejercicios.
Por eso, en el momento de elegir una zapatilla debes tener en cuanta el tema de la amortiguación, sobretodo si se tiene un poco de sobrepeso o cuando los suelos en los que te vas a ejercitar son duros –como pasa en la mayoría de los gimnasios-. En lo que a las suelas se refiere, si haces deportes al aire libre conviene elegirlas con zurcos profundos.
Por todos los motivos que te hemos contado es bueno enfatizar que el calzado deportivo ha tenido su propia evolución tecnológica y es bueno saber aprovecharla.
Fuente: Adidas
Puma
Nike
Imagen: blogatclock.net