Romanticismo

Los diferentes movimientos románticos, son heterogéneos y a veces no coinciden históricamente. Pero en lo que sí coinciden es en la exaltación de la singularidad y el culto por lo irracional, empezándose a valorizar a partir de esta corriente, el individualismo y la pasión.

Romanticismo

Fue un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XIII como una reacción totalmente revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo.

Mientras que los enciclopeidistas del siglo de las Luces tomaron al hombre como el centro del universo, los románticos prefirieron reverenciar la naturaleza, tanto sus aspectos visibles como aquello más ocultos, aspirando a penetrar en sus fundamentos. De ahí el interés romántico por la «región misteriosa del alma»: el inconsciente, los sueños, la parapsicología, el ocultismo, los poderes misteriosos del destino. Tanto desde la poesía, la  pintura, el pensamiento social o la ciencia, los románticos reivindicaron las fuerzas irracionales, el culto al yo, los instintos y las pasiones.

Poco preocupados por la presente realidad se refugiaron en el pasado. Así como el Renacimiento descubrió la Antigüedad Greco-Romana, el Romanticismo se volvió hacia la Edad Media, a los mitos, a los cultos paganos.

Van Schelling– Romántico germano- creó una filosofía de la naturaleza que a grandes rasgos postulaba una unidad esencial del hombre con el cosmos y alegando que hay una especie de malla que liga a los seres humanos y a los hechos en un movimiento universal del cual el hombre forma parte.

Muchos coinciden en que el Romanticismo más que un estilo supo ser un estado del alma, una manera de ver el mundo que rechazaba la racionalidad, exaltando la sensibilidad, la imaginación, la irracionalidad. Artistas, músicos, poetas, escritores románticos amaban lo sublime, lo grotesco, lo dramático, lo fantasmal, lo fantástico. Werther (personaje de la novela de Goethe «Las cuitas del joven Werther) fue quizás el paradigma del héroe romántico por excelencia.

Fuente de la imagen: guiarte.com

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