Me han dicho, me dicen aún, que los 40 son “la flor de la edad” o algo así como “el esplendor de la vida”; momento de concreción de planes y conexión con el todo; parece ser que es cuándo se sabe más sobre una misma, o al menos lo que quieres, pero sobre todo lo que no quieres!!! Mujeres a los 40 años!…
No quieres un hombre sin trabajo, un mal amante, un dominguero de cerveza y fútbol ni un “hijo de mamá”. Digamos que interesan menos las ideas de los otros, ya tenés las tuyas propias -cuidadosamente forjadas en 40 años-, y suficientes amigas, -cuidadosamente forjados en 40 años- para hablar de ellas. Tampoco las palabras románticas importan tanto cuando lo fundamental está en la acción! No quieres usar jeans muy apretados, ni actuar papeles ajenos, ni renunciar a “nuestros favoritos” de vestir, comer, leer, escuchar…
Contamos con un conjunto de valores -cuidadosamente forjados en 40 años- que guían nuestras acciones, y una serie de principios que los justifican: estamos en condiciones de decir: “bajo ningún concepto”; y, somos sin embargo, más tolerantes y abiertas que nunca, tenemos ansias de lo alternativo, y de admitir que, la vida es hoy!!! Y de convencernos de que no valen nada ni el pasado ni el porvenir; queremos desembarazarnos de las expectativas!!!
Será entonces este saber sobre una misma lo que caracteriza los 40, saber, que nos queda poco tiempo para casi todo, pocos encantos para ir tras ellos; y que el cuerpo anuncia su inevitable decadencia, es tiempo de PAP y mamografías… pero nos sentimos con tanta energía y con tantas ganas de actuar, que, nos aventuramos en planes de gimnasia, yoga, biodanza , dietas equilibradísimas, sin faltar aquello que cultive y cautive nuestra floreciente alma.
Y nos miramos al espejo, de frente, dignas!, y vemos aquello que cae para aquí y allá, y la cara que se zanja de arriba abajo, y, aunque ni vamos al gimnasio, ni a yoga, ni a clases de nada, y nos sorprendemos cargadas de nostalgia por lo que se fue, y cagadas de miedo por lo que no volverá; seguimos, comiendo lo que nos gusta, y haciendo lo que queremos, aumentando gloriosamente de talla, por que a los 40 somos lo que somos, saboreamos lo que somos y sabemos quienes somos!!!
muy bonito tienes razon a los 40 sabemos quines somos :-).