¿Quién no tiene ciertas supersticiones con respecto al martes o al viernes 13? Siempre que llegan esos días estamos predispuestos a tomar medidas extremas para nuestra seguridad, con los negocios, las tareas a realizar u otras cosas de la vida diaria, incluso optamos por realizar las actividades al día siguiente, en la medida de lo posible. Esto se debe a algo que llevamos arraigado en el sub consciente, o quizá en nuestro gen humano y que por supuesto, es parte de la educación casera que se trasmite de generación en generación.
Desde la antigüedad el número 13 es considerado de mal augurio, de mala suerte. Una de las primeras referencias de su mala fama es el código de Hamurabi, donde ex profeso, se omite el número 13. Es curioso que nuestro calendario actual (que se basa en el calendario solar Juliano establecido en el en el año 46 a.C.) tenga sólo 12 meses y más curioso aún es darse cuenta que cada mes que empieza con el día Domingo tiene un Viernes 13 entre sus días y cada uno que empieza en Jueves tiene un Martes 13, algo para pensar y especular.
Como bien sabemos, la tradición cristiana ha adoptado muchas de las antiguas costumbres y festividades paganas, una de ellas es la Navidad, otra es el temor al número 13. El temor al 13 se fundamenta en la última cena, donde Cristo y sus invitados: los apóstoles, suman en total 13 personas, siendo Judas uno de ellos. Después de la cena, bien sabemos que Cristo es apresado y crucificado.
En el antiguo mundo Vikingo por ejemplo, el trece era considerado de mala fortuna, el origen es mitológico, cuando Loki, el dios, se introdujo al banquete real en el Valhala; a este acontecimiento fueron invitados doce guerreros, y en la lucha por expulsar a Loki resulta muerto Balder, favorito de los dioses.
Curiosamente en los Estados Unidos, el trece no pareciera ser considerado de mala fortuna, quizá sea por el origen Masón de la simbología oficial norteamericana; por ejemplo si observamos el billete de dólar, este tiene un águila que sostiene en una de sus garras una rama de olivo con treces frutos y trece hojas, mientras en la otra garra sostiene trece flechas. También se observa, en el mismo billete, una pirámide que lleva al ojo que todo lo ve y trece escalones. Recordemos además que el origen de la nación americana se basa en las trece colonias inglesas que se establecieron en el Este, más coincidencias para debatir.