La misericordia es la capacidad que tiene cada persona para compadecerse de otro individuo, reconociendo tanto sus desgracias como necesidades, y buscando de manera bondadosa una forma de ayudarlos o perdonarlos. También se puede manifestar a través de un gesto de amabilidad que logre hacerlos sentir mejor.
A continuación mostraremos el significado y la etimología de la palabra misericordia.
Misericordia
El origen del término tiene su base en el latín, y resulta de la composición de dos vocablos en esa lengua: “miser” que significa “desdichado” y “cor” o “cordis” que se traduce como “corazón”. A esto se le suma el sufijo “-ia”, y da como resultado la palabra “misericordia”.
En el ámbito religioso; ya sea con respecto al Dios cristiano, del judaísmo, hinduismo, u otra doctrina; la virtud de la misericordia es considerada como una de las características inherentes a la deidad, siendo uno de sus principales atributos. Se entiende que solo ese ente supremo es capaz de una misericordia absoluta, capaz de perdonar a todos por igual.
Es relevante señalar que, al margen de sus similitudes conceptuales, existen diferencias importantes entre lo que se llama misericordia, y el sentimiento conocido como lástima. Para entender esto mejor, el proceso mediante el cual se presenta la compasión involucra dos etapas importantes. La primera, está conformada por el malestar que uno percibe en relación a una experiencia exterior negativa que es interiorizada, esto recibe el nombre de lástima. La segunda etapa, es la acción mediante la cual se busca resolver esa situación que provoca malestar, adoptando una actitud bondadosa y desinteresada, esto se conoce como misericordia.
La misericordia puede manifestarse de diferentes maneras, ya sea a través de tangibles o de forma espiritual. Una persona puede decidir que la mejor forma para ayudar a alguien que lo necesita, es a través de la entrega de comida, vestimenta, o un lugar donde pueda pasar la noche. Pero del mismo modo, puede significar un acto de compasión el hecho de brindar enseñanza a una persona que no tenga acceso a ella, también el consuelo o perdón que se otorga para hacer sentir mejor alguien.