La palabra joya significa, simplemente, una piedra preciosa y proviene del latín “jocale” que se traduce como “juguete”. En un sentido más amplio, puede hacer referencia a un adorno con una piedra preciosa incrustada en él. Por otro lado la palabra joyería hace referencia a una colección clasificada de joyas o en su defecto puede relacionarse con la habilidad artesanal para fabricar brazaletes, anillos, broches y collares. Por último un joyero es una persona que se dedica a la joyería.
Las piedras de gemas son muy duras, y se las encuentra en rocas blandas. Si la roca blanda es desprendida, en lugares tales como el lecho de un río, las gemas pueden encontrarse totalmente aisladas. Sin embargo, las piedras gemas más raras y valiosas generalmente son extraídas como minerales y en el corazón de estos minerales pueden formarse diferentes gemas.
Un ejemplo claro de la afirmación anterior lo constituyen los rubíes, que son rojos, y los zafiros, que pueden ser transparentes o de una gran variedad de colores, ambos provienen del mineral llamado corundurn, por lo que se les conoce como Corindones, llegando a ser valiosos. Un ejemplo del valor que pueden alcanzar estas gemas lo tenemos en las subasta llevada a cabo por Sotheby’s en 1986, donde el sultán de Brunei compró un rubí de casi 16 kilates por 3’630,000 dólares, es decir, a unos 230,000 dólares por kilate.
Una cosa curiosa en relación a las joyas es que los nombres de varias hermosas gemas se han convertido en nombres populares para las niñas; por ejemplo Perla, Ruby, Topacio, Jade y Coral.
La característica de una piedra gema perfecta es ser hermosa, dura y por supuesto escasa. Una de las más conocidas y valoradas es el diamante, al cual se le considera como la piedra más preciosa. Sin embargo, existen gemas no tan valiosas por su dureza, pero sí por por lo hermosa que son; las perlas son un ejemplo de esto, la turquesa se daña si entra en contacto con el agua o la grasa, en general las piedras blandas son fácilmente arañadas por la arena y se opacan en la atmósfera.
Para ser valiosas, las piedras deben ser escasas. Las comunes, aunque hermosas, no tienen gran valor. Sin embargo, no todas las gemas son minerales o piedras. La perla es un ejemplo claro de esto, es producida por un molusco llamado ostra; por su parte el ámbar, frecuentemente usado como una gema, es hecho de la savia fosilizada de los árboles prehistóricos. El coral, se considera también una gema, y está formado por diminutos animales llamados pólipos.
La mayoría de las piedras y minerales preciosos empleados para gemas se forman naturalmente en la superficie terrestre. Hace muchos millones de años, las rocas que forman la superficie terrestre estaban fundidas y cuando se enfriaron en forma gradual y se hicieron sólidas, los minerales contenidos en ellas se formaron como cristales que son a la larga el origen de las gemas.
Una cosa más que me pareció curiosa es la variedad de materiales que se han empleado en joyería por las diferentes culturas. Por ejemplo se ha empleado cuero, hueso, madera. Conchas, escarabajos y hierro colado. Inicialmente la joyería se trabajaba con los objetos que estaban más a mano y es como un libro abierto que nos narra la vida de sus antiguos poseedores.
Interesantes curiosidades. También es interesante saber que la esmeralda no sólo es una piedra escasa sino que además sólo son talladas el 30% de las esmeraldas extraídas y de las cuales sólo el 2% no presenta inclusiones visibles. De ahí su rareza y su elevado precio.