Autismo – rescatando nuestro cerebro

Esta es la última de las cinco enfermedades que describimos en este segmento sobre problemas del cerebro. En este caso como en los otros los investigadores y médicos están buscando la posible cura y prevención para evitar que el número de casos crezcan en el futuro.

Autismo
Autismo

El problema
Algunas zonas del cerebro llegan a desarrollarse demasiado rápido durante la infancia y esto provoca que las células queden envueltas en una capa que actúa como aislante. De esta manera es descripta la enfermedad por David Amaral, un prestigiosos neurocientífico del Instituto M.I.N.D. de la Universidad de California (estados Unidos). También es cierto que aun no se sabes cuales son exactamente las causas que provocan los cambio es en los síntomas del autismo, entre ellos podemos mencionar al incapacidad social, los comportamientos repetitivos, etc. Por lo general se apuntan a causas genéticas, pero no se puede descartar la influencia que ejerce el entorno.

Los números
Esta enfermedad afecta a uno de cada 150 niños de ocho años de edad. Los casos que se van diagnosticando tienen un aumento, pero la verdad es que se desconoce si este aumento es consecuencia de la mejor capacidad médica para la detección o son causa de un aumento del número de enfermos.

Remedio actual
No se sabe tratar los problemas de índole neurológica subyacentes del autismo pero hay medicamentos que ayudan a aliviar el comportamiento obsesivo-compulsivo y ayudan poder tener una mejor concentración. La terapia conductal basada en la enseñanza funciona en forma intermitente. Y ya existe un software que le permite al niño aprender habilidades lingüísticas y sociales.

Remedio futuro
Dentro de las enfermedades relacionadas con el cerebro, el autismo es casi una de las que menos se comprende y la posibilidad de encontrar una solución a corto plazo no parece muy factible. Un estudio reciente parece demostrar que entre el 20 y el 25% de las madres podrían haber mandado anticuerpos contra el cerebro de sus hijos desde el útero. Si esto se confirma, existiría la posibilidad de tratar los anticuerpos a lo largo de la gestación reduciendo así el riesgo de tener un hijo autista.

Imagen de un cerebro con autismo

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