En la década del ’70 los barcos tenían una vida útil de 30 a 40años aproximadamente, cuando no servían más se desarmaban para usar sus piezas de acero, esto de hacia en los artilleros europeos donde fueron construidos. Pero con los altos costos y las medidas de seguridad que debían tener decidieron tercializar la mano de obra.
Según la Unidad Lloyd de Inteligencia Marina, la flota de buques cargueros era en la década de 1960 de 15.000 unidades, esto significaba 84 millones de toneladas de Peso Muerto. En el año 2000 el número de buques alcanzó las 62.000 unidades con 828 millones de TPM.
Todos los años entre 600 y 700 barcos se mandan a playa de Bangladesh, India, China y Turquí para que los trabajadores los desarmen apenas con soldadoras.
El problema más grave es que la mayoría de estas naves contiene productos tóxicos y combustibles, convirtiéndose en un trabajo peligroso, ya que estos materiales son tratados con sus propias manos y la mayoría de las veces son devueltas al mar o encerradas bajo tierra.
Una persona que reocupa de destruir barcos corre el riesgo de contraer cáncer o volar por e aire al usar una soldadora halógena cerca de un tanque de gas. Estas personas ganan únicamente entre 1.5 y 2.5 dólares por día, en la actualidad hay 100.000 personas (entre hombres y mujeres) que se dedican a esta labor.
Los trabajadores de la India además tienen que cargar sobre sus espaldas grandes pesos, y lo logran hacer mediante una antigua técnica de respiración que usaban los esclavos hindúes en siglos pasados.
Greenpeace investigó acera del nivel de contaminación de estos sitios y se concluyó que los síntomas tardan 10 años en aparecer. Los primeros síntomas son problemas en la respiración, seguida de mucha tos, continúan perdiendo peso y muchas veces presentan hemorragias. Estos síntomas lamentablemente llevan a una muerte segura.
Imagen de un barco abandonado
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