Capadocia

La erosión sufrida por miles de años ocasionaron las cavidades que han estado habitadas desde la antigüedad.

Hace millones de años los volcanes llamados Erciyes Dagi y Hasan Dagi, que están en la meseta de Anatolia Central (Turquía) tuvieron una erupción de tal magnitud que con sus cenizas y lava bañaron toda la zona.
La erosión provocada por miles de años y las temperaturas extremas de la zona fueron moldeando la roca que se formo al enfriarse la lava. De a poco se fueron formando cavernas que hoy son llamadas “chimeneas de las hadas”.
Los registros fósiles que fueron descubiertos ahí nos revelan que las cuevas estuvieron habitadas por el año 4000 aC aproximadamente y desde esa época muchas generaciones se han desarrollado en la zona.
Entre los siglos VII y XII gracias a su ubicación geográfica (entre Oriente y Occidente), la región fue sufriendo varias invasiones de pueblos de origen extranjero, motivo por el cual sus habitantes fueron construyendo autenticas ciudades subterráneas para cuidarse de los ataques.

Si bien la suma nos cuenta que son más de diez, las más importantes están ubicadas en Kaymakli y Derinkuyu. La última cuenta con más de 1.200 patios que se encuentran divididos en tres plantas subterráneas, en las que podían refugiarse hasta 10.000 personas.

Durante los primeros años del cristianismo, los habitantes de esta región se resistieron a la nueva creencia religiosa y sus cuevas pasaron a ser su hábitat, al pasar el tiempo se fueron construyendo verdaderas ciudades subterráneas, las cuales, por algún tiempo sirvieron como refugio en las guerras contra los persas y los árabes.
Un claro ejemplo de estas ciudades es Kaymakili, la cual tiene 10 niveles subterráneos.

Un investigador de la Universidad de Ingeniería Geológica de Ankara (Turquía), llamado Umran Dogan, declara que al entrar a una de estas cavernas se siente como estar en una especie de hormiguero gigantes.
Sus túneles llegan a medir 30 Km., en partes se convierten en callejuelas que van comunicando las viviendas y las iglesias situadas en la parte superior de la zona.
El ultimo nivel inferior esta ubicado en una profundidad de 40 metros y en el no hay sofocamientos gracias a un ingenioso sistema de ventilación que ayuda a la constante entrada de aire fresco.

Otro de los mecanismos que es sorprendente es el sistema de seguridad. Este sistema se basa en la colocación de piedras que en cuestión de pocos segundos tienen la capacidad de bloquear y cerrar en forma hermética la ciudad subterránea.

Muchos lugares de Capadocia fueron surgiendo como comunidades monásticas en las que se promovía la oración y las tareas físicas, en lugar del ascetismo solitario que reinaba en esa época.

El los últimos tiempos, los habitantes empezaron a alquilar cuartos y cambiar sus viviendas para poder recibir a los visitantes y así poder mostrar sus tradiciones con lujo de detalle.
Según cuentan las cifras oficiales en el año 2006, alrededor de 850 mil turistas extranjeros y 1 millón de viajeros locales fueron a visitar la zona.

Foto: Capadocia