Recientes estudios realizados confirman que el cobre posee propiedades antibacterianas.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estado Unidos, certificó al cobre como el primer metal bactericida.
Por su lado la Asociación Internacional del Cobre realizó el testeo de más de 3.000 muestras de aleaciones de cobre y cinco tipos de bacterias.
Ya en la antigüedad los egipcios utilizaban recipientes de este metal para esterilizar el agua destinada al lavado de las heridas, los aztecas también usaban el oxido de cobre y malaquita para las infecciones cutáneas y en la epidemia del cólera del año 1850 resultaron inmunes quienes empleaban pailas de cobre.
En la actualidad, los esfuerzos de los científicos están dirigidos a reducir las infecciones causadas en instalaciones hospitalarias.
En países como Inglaterra, Alemania, Japón y Estados Unidos ya están instalando superficies de contacto de cobre en algunos sectores.