De acuerdo con la ideal original del barón Pierre de Coubertin, los Juegos Olímpicos debían incluir competencias de índole artísticas, por lo que en el año 1906 este hombre propuso al COI establecer cinco nuevas categorías, estas fueron: arquitectura, literatura, música, pintura y escultura.
La idea era que las obras que compitieran dentro de estas categorías deberían ser inspiradas en los deportes.
La primera de estas competencias artísticas fue en el año 1912, en los Juegos Olímpicos que se realizaron en Estocolmo.
Con motivo de esto se presentaron 35 artistas y la más nutrida fue la llevada a cabo en el año 1928 en la ciudad de Ámsterdam, en la cual se exhibieron más de 1.100 trabajos artísticos.
El principal problema que apareció era que los creadores de las piezas eran profesionales, lo que contrarrestaba con el espíritu amateur que tenia que tener los Juegos Olímpicos.
Al abrir un continuo debate, las artes no se tomaron más en cuenta en los Juegos de Helsinki en el año 1952 yen 1954 las disciplinas fueron eliminadas formalmente y reemplazadas por un programa de actividades culturales que se realizaban en forma paralela a las deportivas.