En las cuevas subterráneas del mar Adriático habita un anfibio blanquecino en absoluta oscuridad, que vive hasta los 60 años.
Las entrañas de la tierra de la tierra aun deparan raras criaturas y el Proteus Anguinus es uno de ellos.
Este extraño batracio es el animal más grande encontrado en una cueva submarina y su hábitat se despliega a lo largo de la costa del mar Adriático, desde el norte de Italia hasta Montenegro. La estructura anatómica de este fósil viviente se encuentra completamente adaptada para vivir en la absoluta oscuridad. No es albino porque su cuerpo es sensible a la luz y produce melanina si es expuesto. Esta sustancia hace que su color oscurezca.
El anfibio sólo perdió la pigmentación ya que vive en lugares donde no hay luz. Sus ojos son sensibles, pero están cubiertos de piel, por lo que enfrenta una ceguera permanente. Estas salamandras mantienen rasgos de larvas contando con tres branquias bien definidas y desarrolladas de cada lado de la cabeza y una piel transparente que permite identificar sus órganos a simple vista.
Además, el Proteus posee cuatro extremidades con dos pequeños dedos en las patas posteriores y tres en las anteriores. Como si hábitat es un lugar de difícil acceso para los seres humanos, no hay demasiada información sobre ellos. Las primeras investigaciones se llevaron a cabo en el año 1955 con ejemplares criados en cautiverio, dentro de un laboratorio subterráneo, bajo los Pirineos franceses. Fue en ese lugar donde se descubrió que los machos de esta especie son más territoriales y sumamente agresivos con sus pares, sobre todo si hay una hembra cerca.
El Proteus puede crecer cerca de 30 cm. y vive aproximadamente 60 años. Para el Gobierno de Eslovenia, estos animales son considerados un tesoro nacional e incluso están grabados sobre una línea de su moneda.