Buenas tardes a todos. Siento no haber avisado que me iba a tomar unas vacaciones, pero habrán notado que la periodicidad de estos artículos disminuyó desde diciembre. Hoy volvemos, digamos, a la carga, abrimos lo que se podrá llamar Segunda Temporada de las Curiosidades Lingüísticas. Cada jueves, esto no cambiará, seguiremos hablando de curiosidades relativas al uso de la lengua o a algunos fenómenos que se dan, aunque no los conozcamos, en nuestro idioma.
El tema de esta semana, y con el que abrimos la segunda temporada, va a tratar sobre la televisión. Olvídense de cadenas de televisión y de marcas de televisión, no voy a hacer ningún comentario acerca del tema que se viene llamando “la televisión” en general —me refiero a los programas y a la temática que tratan en éstos, eso que tanto se critica hoy en día—. Lo que voy a comentar hoy es, en cambio, el sentido de la palabra «televisión». Para ello, como de costumbre, me traslado a la lengua latina y a la lengua griega.
Si nos paramos a pensar en el significado de la palabra televisión o televisor, podemos distinguir dos partes dentro de la misma palabra, ¿no?, una parte que es “tele” y otra parte que es “visión” o “visor”. La segunda parte sirve, entre otras cosas, para designar la utilidad del aparato en cuestión. Y la primera parte, tele, es el diminutivo por el que se designa cuando contraemos la palabra. Mucha gente (haciendo una breve digresión) sostiene que decir “el tele” está mal. Yo creo que no, porque el que dice “el tele” se está refiriendo al televisor y el que dice “la tele” está refiriéndose a la televisión, uno de género masculino, la otra de género femenino (hablaremos sobre el género en alguna otra ocasión). Hay gente que sostiene, por otra parte, que “la televisión” sirve para designar lo que se ve a través del “televisor”, es decir, que éste último es el medio para ver aquélla. En fin, no va con lo que voy a referir a continuación. Cierro el paréntesis.
El prefijo «tele» viene de la lengua griega y significa «a distancia». Pueden buscarlo, simplemente, en el diccionario de la RAE, no hace falta irse a uno etimológico. Por tanto, tenemos una primera parte de la palabra que viene del griego. La segunda viene del latín. El verbo «video» significa en castellano «ver», y el supino (una de las formas del verbo) en latín es «vissum», de donde se extrae la «visión». Por tanto, en castellano la palabra «televisión», así como la otra, está formada por una mezcla de griego y latín.
Pero ahora viene lo más curioso. En el griego moderno —yo lo poco que sé se lo debo a mi actual profesor—, la televisión se dice, más o menos transcribiendo, “tileorasi”. Esta formación se debe a lo siguiente: el prefijo “tele”, que en griego moderno se pronuncia “tile”, más la segunda parte de la palabra que en castellano venía del latín (video, vissum), pero que en esta lengua la toman como propia. Es decir, utilizan una palabra griega para designar la visión. Y esta palabra es «orasi», que viene del verbo «orao» (ver, en castellano). Con el verbo ver en griego tenemos un tema sobre etimología que puede dar fruto a varios artículos de los que seguirán a este.
Bueno, eso es todo. Espero que hayan disfrutado con la nueva curiosidad semanal, y espero que se diviertan, además de aprender las curiosidades que se dan en las diferentes lenguas. El griego moderno es muy bonito, lo digo por si a alguien le interesan los idiomas, y no está “muerto” como dicen que está el latín. Volveremos a hablar sobre curiosidades lingüísticas dentro de una semana. Disfruten de estos siete días.