América tiene una de las reservas más importantes de agua del mundo. Pero a pesar de eso la distribución de la misma es despareja y además cuenta con problemas en la calidad, o sea, que no toda puede ser apta para el consumo humano.
La zona de América Latina y el Caribe cuenta con el 12 por ciento del territorio mundial, y se alberga al 8 por ciento de la población, pero cuenta con un 30 por ciento del agua dulce que está disponible en todo el mundo.
Un estudio realizado por la Universidad de Buenos Aires, a través del Centro de Estudios Transdisciplinario del Agua, quienes analizan las condiciones del agua para el consumo humano en Latinoamérica; anuncia uno de sus principales problemas: el promedio de precipitaciones es de 1.600 mm por año y pueden ser muy escasas o muy abundantes. El Amazonas es el mayor río del mundo, pero el Río de la Plata, el Orinoco, el Paranaiba y el San Francisco también tienen tamaños más que considerables. La descarga promedio en América del Sur para el período 1921 – 1985 se estimó en 12.000 km2 por año. En la región existen acuíferos lagos y reservorios muy grandes y productivos, pero la alta densidad de población en ciertas zonas y la falta de tratamiento de los vertidos humanos traen aparejados problemas de contaminación.
En América Latina la disponibilidad de agua dulce en algunos países y al interior de los mismos muestra una gran heterogeneidad. La posibilidad de acceso al agua potable es también despareja: en América Latina y el Caribe, 26 millones de habitantes urbanos y 51 millones de habitantes rurales carecen de servicios de agua potable.
La definición legal de agua potable consiste en proporcionar una lista de compuestos y asociarlos con un nivel tolerable. Desde el punto de vista práctico, la cantidad de sustancias seleccionadas debe ser limitada. En las legislaciones de los diferentes países se consideran entre 80 y 130, a pesar de que se desconoce el número de compuestos sintéticos que el hombre maneja es mayor a 70.000 y para muchos de ellos se desconoce el grado de toxicidad con los que cuenta. De esta manera, aún cuando un agua pueda cumplir con las normas de potabilización, no se puede asegurar que no exista algún otro contaminante.
Se sabe que en muchas regiones el agua que se consume proviene de los mismos cuerpos de agua en los que son arrojados los residuos cloacales e industriales. Lo cual tiene como consecuencia la concentración de diferentes elementos contaminantes que superan largamente las cifras consideradas como peligrosas.
Es muy importante promover un consumo sustentable del agua, que se encuentre basado en la planificación a largo plazo de los recursos hídricos disponibles y que sea un buen suministro de agua cualitativa y cuantitativamente apropiado para el desarrollo.
Además de ser una gran reserva acuífera, los humedales son ecosistemas importantes para los procesos hidraúlicos, pues posibilitan la recarga de acuíferos, favorecen la mitigación de las inundaciones y la erosión costera.
Más datos: U N water Expo Zaragoza 08
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