Nanopapel a pruebas de balas

Este tipo de papel es parecido al Kevlar pero su origen es natural.
Un grupo de científicos del Instituto Real de Tecnología de Suecia pudo crear un material a partir de nanofibras de celulosa que resulto ser denso como el hierro. La celulosa proviene de las pareces de plantas y algas: se trata del polímero que más abunda en la naturaleza. A pesar de eso, durante el proceso en el que se elabora se destruyen la fuerza inherente a las fibras celulosas que no tienen la capacidad de agarrarse entre sí en el estado final.

Lars Berglund, uno de los investigadores que lleva adelante el proyecto agrego enzimas a la pulpa del papel estándar para así poder obtener partículas más delgadas (cerca de una milésima del tamaño original).
Este proceso se termino de completar filtrando la mezcla cuyo resultado fue un gel que fue expandido en una prensa en donde se crearon láminas de nanopapel.
De esta manera las fibras se pueden mantener unidas, formando redes resistentes como en su estado natural.
La estructura del nanopapel es muy parecida a la del Kevlar, pero a diferencia del material del que están elaborados los chalecos antibalas, el nanopapel se puede elaborar a partir de materiales renovables a temperaturas y presiones relativamente bajas.

Imagen del nanopapel