Sangre

Linfocitos

La sangre es roja, tiene su propio olor, que por cierto es bastante particular.
¿Comiste alguna vez sangre?
¿Probaste por casualidad un soufflé de sangre? El soufflé de sangre es una comida que se come en algunos lugares de Europa. Se trata de sangre de vaca endulzada y horneada.
¿Y le pan de sangre? Muchos dicen que el pan mojado en sangre y luego frito es muy apetitoso.
¿Alguna vez probaste puré de papas con salsa de carne? Bueno, la salsa de carne no es otra cosa que la sangre cocida. Y si te gustan los bistecs, churrascos o morcilla también estas comiendo sangre.

Cuando uno piensa en sangre, por lo general imagina un jugo colorado. En realidad, menos de la mitad de nuestra sangre está formada por células rojas (los glóbulos rojos o eritrocitos). El resto son glóbulos blancos, plaquetas y plasma (el líquido donde flotan las células de la sangre).

El cuerpo humano tiene una cantidad igual a tres latas de gaseosa llenas de sangre. Si pesas 45 kilos aproximadamente estas transportando por tu cuerpo tres kilos y medio de sangre.

El color rojo de los glóbulos rojos proviene de un pigmento conocido como hemoglobina. Hemos deriva de la palabra griega “sangre”. La hemoglobina es la que posee el hierro, cuando este se encuentra con el oxigeno se forma un oxido de color rojo. Esto pasa con la sangre, el oxigeno que respiras se une con el hierro de la hemoglobina y hace que la sangre se vuelva de color roja.

La hemoglobina viaja por dentro de nuestro organismo a través de los glóbulos rojo y va repartiendo el oxigeno que entra en los pulmones.
Mientras pasa a través de los tejidos, les da el oxigeno a las células y se lleva el dióxido de carbono que las células descartan.

Cuando los glóbulos rojos pierden oxigeno, cambian su tonalidad y se trasforman en violáceos. Si miras tu brazo y observas tus venas son de color azul o violeta ya que transportan sangre sin oxigeno.

Mientras se reparte el oxigeno, los glóbulos rojos se van golpeando y se dañan, así que después de un largo tiempo, tu cuerpo los desecha y usa su materia prima para fabricar otros glóbulos rojos.

La fábrica de glóbulos rojos se encuentra dentro de tus huesos.

Los glóbulos blancos o leucocitos se dedican a combatir los enemigos que amenazan a nuestro organismo, como los hongos, bacterias, los virus. Los glóbulos blancos no son todos iguales, los fagositos atraviesan las paredes de los vasos sanguíneos son los dedicados a comer a los invasores de nuestro cuerpo. Los macrófagos, que son los segundos en actuar cuando somos atacados, se encargan de las bacterias ya muertas, los glóbulos rojos muertos. En comparación de tamaño, los macrófagos son mucho más grandes que los fagotitos.

Además de los fagotitos y macrófagos, en nuestro cuerpo tenemos células killer y los linfocitos T. Estos se encargan de buscar si quedo algún invasor con vida y también lo destruyen.

Los linfocitos B se encargan de crear anticuerpos para combatir a los enemigos. Ellos son los encargados de memorizar que enfermedades tuvimos y cuales no, por ejemplo, si tuviste varicela, ellos lo recordaran y no se te repetirá la enfermedad.

Cuando te cortas un dedo el sangrado llega a tardar entre 4 u 8 minutos en detenerse, de esto se encargan las plaquetas, quienes se vuelven pegajosas y forman un tapón que detiene la salida de la sangre.

El plasma es un líquido amarillo mayormente compuesta por agua, pero también en pequeñas cantidades posee fibras, azucares, sales, gases y urea.

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Foto: Sangre