El karma, según creencias como el budismo y el hinduismo, es una forma de energía invisible que se manifiesta desde cada persona, y que tiene relación con su modo de accionar. Es una parte muy importante en la estructura de las doctrinas antes mencionadas, siendo la base para entender el concepto de reencarnación.
A continuación mostraremos etimología y significado de la palabra karma.
Karma
Su origen etimológico nace de las religiones dhármicas, y del vocablo sanscrito “karma” que proviene de la India. Se entiende como “hecho” o “acción”. Aunque también se puede interpretar como “destino”, esto cobra validez si se toma en cuenta que está directamente relacionado con la idea de reencarnar en función a trascender hacia la perfección.
El tipo de karma que una persona posee no solo estará limitado a la forma en que accione, sino a todo aquello que diga, e incluso los pensamientos que pueda tener. Habiendo consecuencias que solo se podría evitar con la práctica estricta de las religiones que plantean ese concepto, ya sea el hinduismo o budismo, que manifiestan que si una persona se rige por sus reglas y creencias tendrá la posibilidad de escapar de los sufrimientos presentes a lo largo de su existencia.
Como se mencionó en un principio, el karma y la reencarnación están enlazados intrínsecamente, ya que sería imposible experimentar todas la consecuencias, ya sea positivas o negativas, de las acciones que se tomen en el poco tiempo que abarca la existencia mortal, necesitando más de un vida para poder recibir la gracia o el castigo merecido.
Es importante tener presente que, como en la mayoría de religiones teístas, existe lo que se conoce como alma. Siendo ésta la que conforma al cuerpo físico actual, y que encarnará en uno nuevo luego de la muerte. Dependiendo el karma que se haya acumulado en el transcurso de la vida, la nueva encarnación será de menor o mayor nivel que la anterior.