El cráneo de uno de los fósiles más antiguos nos devela el paso de la vida marina a la tierra firme.
Una investigación que se llevó a cabo por la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia (Estados Unidos) sobre el Tiktaalik Roseae, un fósil de 375 millones de años dio una serie de datos por los que se supo como fue la transición de reptiles marinos hacia el territorio continental.
El Tiktaalik Roseae era un depredador marino cuya cabeza y cuernos eran aplanados. Se piensa que normalmente vivía en el fondo de las aguas poco profundas y que salía a la superficie terrestre por cortos plazos de tiempo. Ahora se pudo confirmar que el cambio de hábitat que pudo realizar esta especie no solo se debía al desarrollo de extremidades, sino también a transformaciones en su cuello y en las estructura de su cráneo. El esqueleto fosilizado cuenta con algunos apéndices parecidos a los de los primeros terópodos (dinosaurios con extremidades).
Sin un cuello móvil, el animal no habría podido cambiar de dirección en tierra a diferencia de un animal de tipo acuático, que dirige todo su cuerpo en la dirección que desea.
Imagen del Tiktaalik Roseae