Se considera que la visibilidad, que escuchamos informar en los servicios meteorológicos, es la mayor distancia horizontal a la cual es posible reconocer un objeto determinado sin esfuerzo y sin la necesidad de utilizar lentes especiales.
Esta posibilidad, en meteorología esta dada por la pureza del aire.
Los factores que afectan a esta visibilidad son, por ejemplo, las partículas en suspensión, como las que forman la bruma o la niebla, el polvo o arena que arrastra el viento, y algunos fenómenos que abarcan grandes zonas, como seria el humo industrial.
Si tenemos en cuenta esto y mediante aparatos electrónicos y formulas matemáticas los meteorólogos pueden medir en forma objetiva la transmisividad luminosa de la atmósfera y transformarla en un valor numérico de visibilidad o como se llama más específicamente, alcance óptico meteorológico.